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David Pendleton: Diálogo con un adventista en el parlamento de Hawai

El diputado David Pendleton, de 31 años de edad, ha sido reconocido como un reciente pero activo protagonista en la política hawaiana. Adventista desde su infancia, hizo presencia en la arena política en 1996, cuando se presentó como candidato para ocupar una banca en el parlamento estatal. Inmediatamente después de la elección, sus colegas del Partido Republicano reconocieron su posición en favor de una dirección regida por principios y lo eligieron portavoz de la minoría de esa cámara en 1997, convirtiéndolo el legislador más joven y el único recién llegado que retuvo su puesto directriz. Un cristiano dedicado, el diputado Pendleton ha servido como maestro de escuela y pastor de jóvenes, así como director asociado para estudiantes en la Universidad La Sierra, antes de regresar a Hawai para ejercer la abogacía y presentarse como candidato en las elecciones.

Su esposa, Noemí Pendleton, también fue elegida para servir como miembro de la Junta de Educación del Estado de Hawai. Tienen dos hijos, Roland y Raquel, y son activos miembros de la Iglesia Adventista de Manoa, en Honolulu, la capital.
 

¿Cuál fue la motivación que lo llevó a usted. a ser abogado y luego un legislador elegido por el pueblo?

No fue un solo hecho o experiencia lo que me hizo decidir por esta línea de acción. A través del curso de mi vida ciertas circunstancias, personas y experiencias gradualmente me fueron moviendo en esta dirección. Mi integración al servicio y la conducción de la comunidad viene desde tan lejos como el jardín de infantes, cuando yo era el ayudante para repartir la leche. También ocupé muchas horas como voluntario en refugios para los desamparados, distribuyendo sopa caliente o ayudando en el hospital adventista de Hawai. Más tarde, hice trabajo voluntario en varias campañas políticas, incluyendo mi trabajo en una para un senador y otra para la reelección del presidente Bush. Todas esas experiencias me llevaron hasta donde estoy ahora.

¿Enfrentó algún gran obstáculo cuando decidió entrar en la política?

Sí, algunos. Cuando volví a Hawai en 1995, después de haber estado en el continente por varios años, comencé a hacer mi campaña política en 1996. Ello requirió una decisión especial del tribunal para respaldar la residencia mínima exigida para poder ser elegido. También hubo desafíos financieros. El padre del legislador que ocupaba la banca a la que yo aspiraba, era un experimentado recolector de fondos y pudo reunir mucho más que yo. De modo que en lugar de contratar costosos asesores profesionales, desarrollé una campaña apoyada en mi gente de base. Los voluntarios facilitaron todo para que pudiéramos dedicar todo nuestro dinero en la publicidad a fin de alcanzar a los votantes directamente, por medio del correo, tiempo radial y propaganda en los diarios.

Como legislador, ¿cuál es el centro principal de su servicio a la comunidad?

Mi trabajo número uno es tratar de que las buenas leyes sean aprobadas y las malas sean rechazadas. Como legisladores tenemos la responsabilidad de desarrollar y aprobar políticas para todo el estado que permitan que Hawai sea un lugar mejor para vivir, trabajar y servir. Mi enfoque ha sido básicamente quíntuple: combatir la criminalidad, reducir los impuestos, eliminar gastos gubernamentales, proteger el medio ambiente y apoyar la educación.

En mi distrito estoy trabajando para asegurar que nuestras escuelas sean ambientes seguros para el aprendizaje. Quiero además asegurar que los servicios del gobierno sean cumplidos eficientemente: los baches cubiertos, los semáforos funcionando y los cruces peatonales periódicamente repintados. Estos no son temas fascinantes pero son muy importantes para la población.

Muchos adventistas creen que quienes esperan el regreso de Cristo no deben dedicar tiempo participando en política, ¿cuál es su reacción al respecto?

Jesús nos encomendó estar “ocupados” hasta que él vuelva. Como cristianos, no debemos llevar vidas pasivas sino ser participantes activos. Como escribió Miqueas, debemos hacer lo bueno, amar la misericordia y caminar humildemente delante de Dios. El servicio público provee una oportunidad de prestar una variedad de servicios a la comunidad. De un plumazo podemos realizar decisiones legislativas como ayudar a levantar un refugio para quienes han sido abusados por la violencia familiar, endurecer las sentencias para los abusadores de menores, dar de comer a los desposeídos y mejorar la economía. Esta es una manera muy importante de servir a otros seres humanos.

¿Cómo animaría usted a otros cristianos para que se mantengan involucrados en la acividad pública?

Los cristianos pueden integrarse al servicio público en todos los niveles, sea en la iglesia, la escuela, la comunidad o el gobierno. Muéstrense interesados recogiendo desperdicios o en trabajos voluntarios en la biblioteca local. Cada ciudadano necesita participar activamente desarrollando políticas conducentes. La tarea es demasiado grande e importante para dejarla en manos de los políticos solamente. El desafío de cómo tenemos que gobernarnos a nosotros mismos como sociedad se dirige a cada uno y no sólo a una élite selecta compuesta por unos pocos.

Yo exhortaría desde aquí a todos aquellos que se sienten inclinados a postularse para un cargo electivo que si trabajar en la junta vecinal o participar en iniciativas públicas les resultó de ayuda y una experiencia agradable, entonces deben pensar en una posición electiva. Necesitamos más ciudadanos legisladores en lugar de políticos de carrera. Hombres y mujeres, esforzados trabajadores con preocupación personal por las escuelas, el vecindario y el medio ambiente. Un cargo electivo no tiene que ver tanto de quién tiene la preparación en cuanto a estudios se refiere, sino quién siente realmente pasión por hacer el bien. No se trata de quién consigue más dinero; tiene que ver con quién tiene el corazón listo para servir verdaderamente.

Se nos anima con frecuencia a escribir a nuestros legisladores sobre asuntos que nos conciernen. ¿Leen realmente los legisladores estas cartas? ¿Cuán efectiva es esa comunicación?

Yo leo cada carta que llega a mi oficina y la contesto personalmente. Si la gente me escribe, es porque quien lo hace tiene experiencia en un aspecto en particular. Con frecuencia les formulo unas pocas preguntas específicas, pues esto es importante para mí, al permitirme disponer de la mayor información posible para hacer la mejor decisión posteriormente.

Les encarecería que continúen comunicándose por e-mail, fax, o escribiendo a su representante sobre asuntos específicos. Asegúrense que le han hecho saber por qué ustedes están interesados y por qué él debe responderles. Si ustedes son votantes empadronados, háganselo saber. Si tienen antecedentes especializados o entrenamiento en el área de interés, compártanlo con él. Háganle saber que ustedes están interesados, que están integrados, que son personas razonables. Que son personas que pueden realmente ayudarlo a hacer mejor su trabajo.

¿Quiénes han influido más en usted?

Mis padres, indudablemente. Su vida ejemplar y su estilo de vida cristiano han influido enormemente en mí. Ellos estaban continuamente involucrados en la iglesia, trabajando con los refugios para desamparados, el club de Conquistadores y la escuela sabática. También recuerdo a mis profesores en la Universidad La Sierra. Rennie Schoepfin, profesor de historia y Richard Rice, profesor de teología, influyeron en mi modo de pensar. Me enseñaron a pensar las cosas meticulosamente y desarrollar argumentos cuidadosamente razonados. Ellos hacían énfasis en cuán importante es reconocer tanto los pro como los contra antes de llegar a cualquier conclusión. La historia nos enseña que tenemos los mismos problemas básicos, como son el crimen, la violencia de las pandillas y la pobreza, desde los comienzos de la raza humana, empezando por Caín. Esa perspectiva ha sido extremadamente valiosa para mí.

¿Cómo hace usted para equilibrar su trabajo como legislador con su vida personal?

Es más fácil predicar valores familiares que vivirlos. Yo he estado envuelto en política porque he querido que haya un mejor Hawai para mis hijos. Desafortunadamente, he hallado que la constante actividad, las reuniones de comisión, las audiencias, las reuniones con los electores, requieren a menudo que yo esté lejos de casa más de lo que deseo.

Es muy importante tener una vida familiar saludable, tratando siempre de tener al menos una comida diaria juntos. Cada vez que tengo oportunidad me escapo a la escuela de mi hijo para la hora del almuerzo. Por la noche, nosotros siempre dedicamos algún tiempo para hacer las tareas escolares juntos. Durante los fines de semana pasamos mucho tiempo juntos. Como adventista, tengo la mejor excusa para no cumplir ninguna función administrativa un día por semana. Desde el viernes en la noche hasta el sábado por la noche, estoy con mi familia, y todo el mundo lo sabe. El presidente del comité sabe que yo no voy a asistir los sábados, de manera que no siento ninguna presión. Esto ayuda a equilibrar las cosas.

A pesar de toda la actividad, siempre encontramos tiempo para tener nuestro culto familiar cada tarde. Es importante que nuestros chicos escuchen los relatos bíblicos, no sólo de los maestros de la escuela sabática, sino de nosotros también. Ellos necesitan ver cuán importante es Dios para nosotros en los actos cotidianos. Compartir mi fe con mis niños es una forma de ministerio muy importante. El ver juntos El Amigo de los Niños y la lección de escuela sabática permite que ellos se interesen en temas religiosos y les enseña a disfrutar el estudio de la Biblia. Mirando hacia mi pasada infancia, los momentos del culto familiar son unos de los más memorables y espero retransmitirlos a mis hijos.

¿Cuáles son sus objetivos futuros?

Algunas personas preguntan si es posible tener éxito en política siendo un individuo que siempre está tratando de reformar el sistema. Yo supongo que ellos piensan que éxito es pasar al senado o llegar a ser gobernador, pero tengo una simple respuesta: yo me voy a esforzar para tener tanto éxito como el Señor quiera que logre y seguramente nada menos que eso. Mientras yo esté donde el Señor quiera que esté, eso estará bien para mí. Sólo haré lo mejor, sesión por sesión, elección tras elección, y dejo lo demás con Dios. Siento que esta es una refrescante manera de vivir porque ofrece una gran sensación de libertad saber que Dios está obrando en la vida de uno. Supongo que José tuvo sentimientos encontrados cuando, aunque hacía todo correctamente en la casa de Potifar, fue a parar a la prisión. Daniel tuvo una experiencia semejante. Pero lo que vemos en esas historias es que Dios siempre se hace cargo. Yo no sé si una persona puede llegar a ser la clase de legislador que yo estoy tratando de ser y lograrlo a nivel del estado o la nación. Dejemos que la historia lo muestre.

Entrevista por Michael Peabody. Michael Peabody es un estudiante de leyes en la Universidad Pepperdine, Malibú, California. Su dirección es: Pepperdine University, 24255 Pacific Coast Highway #41, Malibú, California 90263-0041, E.U.A. E-mail: mike@i-empire.com La dirección del diputado David Pendleton es: Office of Minority Whip, State Capitol, Room 327, Honolulu, Hawai 96813, E.U.A. E-mail: reppendleton@capitol.hawaii.gov


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